El autor José Antonio Crespo-Francés relata en su libro Españoles olvidados de Norteamérica el desconocimiento casi generalizado que tres cuartas partes del territorio estadounidense estuvo bajo el dominio de España por sobre 200 años. La bandera española “ondeaba desde Alaska a la argentina Tierra del Fuego, y desde Florida, y al norte de los ríos Mississippi y Missouri, hasta California y Oregón”. Cita a Thomas Jefferson (1743-1826), quien afirmaba que «la historia más antigua de los Estados Unidos está escrita en español», y a John F. Kennedy (1917-1963), quien recalcó lo siguente:

[…] siempre he pensado que una de las grandes necesidades de los americanos de este país en su conocimiento del pasado, ha sido su conocimiento de la influencia española, su exploración y desarrollo a lo largo del siglo XVI en el suroeste de los Estados Unidos, lo cual constituye una historia tremenda. Desafortunadamente también, los americanos piensan que América fue descubierta en 1620 cuando los peregrinos llegaron a mi propio Estado y olvidan la tremenda aventura del siglo XVI y principios del XVII en el sur y suroeste de los Estados Unidos.

Abundando en las raíces hispanas estadounidenses, Crespo-Francés relata el papel fundamental que tuvo España en la independencia de los Estados Unidos. Cuando a finales del siglo XVIII se levantan en armas las Trece Colonias inglesas en América, “[l]os españoles de La Florida, Cuba. México y Puerto Rico acudieron a la llamada de Carlos III para ayudar a los norteamericanos que luchaban por la independencia, dirigidos por Washington”.

Bernardo de Gálvez. Imagen cortesía del Instituto Cervantes.

Uno de los personajes claves en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1775-1783) fue Bernardo de Gálvez (1746-1789), militar y administrador español quien fue nombrado gobernador de Luisiana en 1776. Participó activamente en esta guerra, luchando junto a los independentistas estadounidenses en contra de los ingleses. España se mantuvo neutral durante los primeros tres años de la guerra, entre 1776 a 1779, pero apoyaba de forma encubierta a los rebeldes. España le declaró formalmente la guerra a Inglaterra el 21 de junio de 1779. En ese mismo año, Gálvez atacó y ocupó varios fuertes británicos, por lo que fue ascendido a Mariscal de Campo en 1780. Luego Gálvez viajó a Cuba para reclutar soldados y reforzar sus tropas, con las que atacó a los británicos en Florida, derrotándolos en Mobile (1780) y Pensacola (1781), logrando recuperar puntos estratégicos para España, logrando luego la conquista de Florida Occidental. Por estas victorias, Carlos III lo nombró capitán general de Luisiana y Florida y le otorgó el título de conde de Gálvez.

Cuadro titulado “Por España y por el Rey, Gálvez en América” del pintor catalán Augusto Ferrer-Dalmau que representa a Bernardo Gálvez durante el sitio de la plaza de Pensacola, Florida en 1781.

Gálvez, junto a muchos otros españoles, fueron personajes fundamentales en la lucha por la independencia de los Estados Unidos. Hoy 4 de julio, Día de la Independencia de los Estados Unidos, es un buen día para comenzar a rescatar la memoria de Gálvez y de todos los españoles que contribuyeron a la historia de América.

Puede leer más sobre la vida de Bernardo de Gálvez en la página web de la Asociación Bernardo de Gálvez y Gallardo, Conde de Gálvez y en el libro Españoles olvidados de Norteamérica.

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